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Consejos sobre cómo limpiar aluminio anodizado

El aluminio anodizado ofrece una serie de ventajas muy interesantes. En primer lugar, en lo relacionado con la durabilidad, las ventanas de aluminio anodizado tienen una vida útil muy larga. En segundo lugar, el recubrimiento crea una especie de capa protectora que protege la superficie de los rayos ultravioleta. Y, en tercer lugar, sobre cómo limpiar el aluminio anodizado, es muy sencillo.

Cómo limpiar el aluminio anodizado: las claves

Lo primero y más importante es analizar el grado de suciedad para seleccionar el tipo de limpieza más adecuada. Si se trata de suciedad superficial, en la gran mayoría de los casos es suficiente con aplicar una esponja suave empapada en abundante agua.

Si no se elimina la suciedad acumulada, se puede utilizar un cepillo empapado en una mezcla de agua tibia y detergente, y realizar una ligera presión sobre la superficie.

Si hay restos de aceite u otros materiales, se puede utilizar con mucho cuidado productos como el metil-etil-cetona. Puede dañar las juntas de las ventanas, así que hay que aplicarlos con moderación.

Si en cambio la suciedad es muy fuerte y está incrustada, lo mejor es utilizar una esponja de nylon humedecida con agua y un detergente suave. Se aplica ejerciendo una presión uniforme, siempre en la dirección del grano. No se aconseja esta técnica si la superficie tiene una capa de laca.

Esto es lo que debes si te preguntas cómo limpiar aluminio anodizado. Procura limpiar la superficie dos o tres veces al año para así evitar que la suciedad se incruste. De esta manera, todo te resultará mucho más sencillo y, además, evitarás dañar la superficie con productos abrasivos.

En Aluminios de Frutos somos una empresa experta en la instalación y mantenimiento de ventanas. Si estás interesado en nuestros servicios, te invitamos a contactar con nosotros para cualquier consulta.